CENTRO de PSICOLOGÍA, SEXOLOGÍA y LOGOPEDIA
CENTRO de PSICOLOGÍA, SEXOLOGÍA y LOGOPEDIA 

Pensamientos distorsionados

El filósofo griego Epicteto dijo:

 

“Los hombres  no  se trastornan por las cosas que suceden

sino  por la visión que tienen de las mismas”

 

O lo que es lo mismo,  según como usted analice  y  valore la información que le llegue,   así  se sentirá  y  así  actuará.

 

Le pongo un ejemplo.

 

Imagine que se encuentra solo o sola en su casa.  No hay nadie,  es de noche  y está durmiendo.   De repente,  un crujido le despierta.

Según sea su personalidad  y según las vivencias que haya tenido con la oscuridad, con la soledad,   así analizará ese crujido.  

Supongamos que usted piensa:  Ese crujido ha sido porque alguien ha podido entrar en casa, puede que sea  un ladrón,  un asesino,  un violador…

A partir de este pensamiento en usted  se van a disparar una serie de sentimientos, de emociones. De esta manera, en base al pensamiento que tuvo, usted puede sentir nerviosismo,  ansiedad,  terror…

Y en función de esas emociones, usted actuará.

Así, puede temblar,  llorar, gritar,  esconderse, llamar a la policía o coger algo para defenderse…

 

Ahora supongamos la misma situación, el mismo crujido, pero el pensamiento que le viene es:  Ese crujido…, seguro que se debe a que un mueble ha crujido por el contraste de temperatura.

A partir de ese pensamiento,  usted se sentirá tranquilo  relajado.

Y como consecuencia  actuará  relajándose,  tumbándose  y volviendo a dormirse.

 

Tenemos un mismo estímulo auditivo:  el crujido.  Pero dos maneras de analizarlo, de pensar  y,  como consecuencia,  de sentir  y  de actuar.

Así funcionamos constantemente, pero no somos conscientes de ello. Todo lo hacemos de manera automática.

Sin embargo, los seres humanos, en ocasiones, al realizar un incorrecto análisis de los estímulos que nos rodean  tenemos  pensamientos que no corresponden con la realidad del momento,  de la situación o  del comentario que nos acaban de hacer.

A esto se le llama  pensamiento distorsionado  o deformado. Son ideas que nos vienen a la mentey que nos impiden ver la realidad objetiva de las cosas.

Estos pensamientos suelen llevarnos a error  y eso influye en gran medida y directamente sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestro comportamiento, como en el ejemplo que les he puesto.

En un gran porcentaje de ocasiones,  este tipo de pensamientos deformados  hace que suframos de una manera innecesaria.   Esas interpretaciones,  lo que decimos de nosotros mismos,  de nuestra experiencia  o  de los demás  son las que nos pueden crear  baja autoestima,  ansiedad,  cólera  o depresión, por citar algunas alteraciones.
 

 

LISTADO  DE  PENSAMIENTOS

 

 

Voy a enumerar una lista sólo con algunas de las distorsiones cognitivas más frecuentes  que pueden influir notablemente en su bienestar. 

Incuso algún oyente  pudiera sentirse identificado con algunas de esas distorsiones.

 

1. Filtro mental:  esta distorsión se caracteriza por una especie de visión de túnel; sólo se ve un elemento de la situación   excluyendo el resto.

Por ejemplo,  organizamos una fiesta en casa y si nos hemos quedado sin un tipo de bebida,  ya catalogamos la fiesta como un auténtico desastre.

 

2. Pensamiento polarizado:  Se clasifican las cosas o situaciones de forma extremista,  sin términos medios.

Para estas personas  las cosas son  blancas o negras,  somos felices o infelices, inteligentes o estúpidos…, sin tener en cuenta que nos movemos en un continuo.

 

3. Sobregeneralización:  Se sacan conclusiones generales de hechos particulares.

Si una persona,   de diez actuaciones que tenga,   falla en dos  y dice  Siempre estoy fallando,  Nunca hago nada bien,  podemos considerar que está sobregeneralizando.

 

4. Interpretación del pensamiento o adivinación:   Se da cuando una persona interpreta el pensamiento  o  hace juicios sobre pensamientos  y  sentimientos de los demás, sin datos objetivos.

Por ejemplo,  vamos a una fiesta y creemos que alguien nos mira,   una persona con este tipo de pensamiento puede pensar:   Por qué me mira, seguro que estoy haciendo el ridículo,  o tal vez es por mi ropa;   no,  seguro que mira mi peinado,  ya sabía yo que no iba bien.

 

5. Visión catastrófica:   Imaginar con frecuencia en la posibilidad de que ocurrirá lo peor.

Por ejemplo,  antes de hacer un examen pensar:  Seguro que suspenderé.

O la novia antes de casarse que piensa:  Mi matrimonio fracasará, acabará en divorcio

 

6. Personalización:  Es la tendencia a relacionar algo que ocurre en el entorno con uno mismo.  El error básico de este pensamiento es que se interpreta cada experiencia, cada conversación, cada mirada,  cada acto de los demás  como un indicio para analizarse,  compararse  y  valorarse a sí mismo.

 

7. Falacias de control:  Existen dos formas en que puede distorsionarse el sentido de poder y control de una persona.

Una persona puede verse a sí misma impotente y externamente controlada, por lo que la tendencia es al bloqueo, a la sumisión.

Cuando la persona presenta la falacia de control omnipotente, sucede lo contrario, se siente responsable de todo y todos de su alrededor.

 

8. Razonamiento emocional:  Considerar que si uno se siente de un modo determinado entonces es verdad que tiene que haber un motivo real   para sentirse así.

Por ejemplo,  si se siente como un perdedor,  entonces tiene que ser un perdedor.

Si la persona se siente fea, esta distorsión le hará pensar que realmente es fea.

 

9. Etiquetas globales:  Se trata de generalizar una o dos cualidades sobre los demás o sobre sí mismo en un juicio global, ignorando otros aspectos.

Pongamos por caso la persona que tiene o  tuvo dificultades en los estudios y se autoetiqueta como “torpe” para todo cuanto emprenda.

Otro caso es cuando etiquetamos a alguien como “pijo”, por ejemplo, por su manera de vestir, lo que le hace verla como estúpida, tonta, creída, superficial,  sin apenas conocerle.

 

10. Culpabilidad:  A menudo   la culpabilidad implica que otro se convierta en el responsable de elecciones y decisiones que realmente son de nuestra propia responsabilidad. O bien, creer que somos responsables o culpables de lo que le sucede o cómo se sienten los demás.

 

 

 

DETECCIÓN

 

Claro está que es muy fácil explicar teóricamente esto,  pero  ¿cómo puedo yo saber si estoy utilizando un estilo de pensamiento distorsionado?,  se puede usted estar preguntando.

Lo sabrá en el momento en que sienta emociones dolorosas como, por ejemplo, estar nervioso, deprimido o crónicamente irritado. Sentirse mal con uno mismo o estar pendiente siempre de las mismas preocupaciones puede ser indicio de que distorsiona la realidad y sus pensamientos.

La mayoría de las veces utilizamos estos pensamientos distorsionados sin saberlo, por eso debemos ser más conscientes de nuestros propios pensamientos,  ya que nuestro estado de ánimo puede cambiar de manera positiva si evitamos caer en la trampa de la distorsión de los pensamientos.

 

 

 

SOLUCIONES

 

 

La clave para detener y para no dejarse llevar por las emociones y sentimientos que provoca la interpretación de un determinado hecho o evento es darse cuenta cuál es la interpretación automática que hacemos sobre ese hecho.

 

Una vez hecho esto, ahora podrá darse cuenta de que puede separar el hecho,  que es neutro,  de  los pensamientos que tiene sobre ese hecho.

Tomando conciencia e identificando la distorsión  podrá sustituirla por un pensamiento más realista  antes de que le produzca un sentimiento o emoción que sea contraproducente.

 

 

 

CONCLUSIONES

 

 Todas las personas tenemos este tipo de pensamientos alguna vez.  El problema aparece cuando utilizamos continuamente estos pensamientos en nuestra vida y en nuestra visión particular del mundo,  de las situaciones  y  de nuestras experiencias personales.

Si se da cuenta de que los pensamientos distorsionados gobiernan su mente  y  su vida  y  que esto le hace sufrir de una manera significativa,  sería positivo que buscara ayuda profesional.

Seguro que esto le hace sentir mejor,  aprenderá a detectar  sus pensamientos distorsionados y a cambiarlos, lo que le ayudará a sentirse mucho mejor con usted mismo y con los demás, traduciéndose en experiencias positivas y placenteras.

Pues como dijo Buda:


“Todo lo que somos  es  el resultado de lo que hemos pensado;

está  fundado en nuestros pensamientos  y  está hecho de nuestros pensamientos.”
 

 

 


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